La presente antología comprende poemas y cartas de sor Juana Inés de la Cruz que constituyen un relevante panorama del México del siglo XVII. Biographische Informationen Sor Juana Inés de la Cruz (San Miguel de Nepantla, 1651-Ciudad de México, 1695). México. Su nombre seglar fue Juana Inés de Asbaje Ramírez, y nació el 12 de noviembre de 1651 en San Miguel de Nepantla, cerca de Amecameca (en el actual estado de México), de padre vasco y madre mexicana, de origen andaluz. Su padre, el capitán Pedro Manuel de Asbaje, tuvo tres hijos naturales con Isabel Ramírez y murió en 1669. Su madre se casó después con Diego Ruiz Lozano, tuvo otros tres hijos y falleció en 1678. Ya a temprana edad, Juana Inés se entregó a la lectura y, como ella misma escribiría después, se le "encendió el deseo de saber". Hacia 1660 fue enviada a vivir con unos familiares a Ciudad de México. Gracias a la extensa biblioteca de su abuelo materno, Juana Inés pudo leer a los escritores culteranos barrocos españoles y a los clásicos griegos y latinos, pero también aprendió la lengua indígena náhuatl y estudió latín. A los catorce o quince años de edad fue dama de la marquesa de Mancera en el palacio del virrey, donde, además de por su gran belleza, fue admirada ya por su locuacidad y sus conocimientos. Debió escribir sus primeros textos hacia los doce años de edad, aunque sólo los escritos a partir de los dieciséis o diecisiete años presentan un pleno concepto literario. Juana Inés, que había mostrado tempranos deseos de estudiar en la universidad, y ante las dificultades que ello suponía para una mujer, acabó optando (por motivos no del todo diáfanos) por ingresar en el convento carmelita de Santa Teresa la Antigua, en 1667; dos años después, debido a la extrema austeridad de las carmelitas, cambió sus votos por los de las jerónimas y vivió en el convento de San Jerónimo. Desde Intro -- Créditos -- Presentación -- La vida -- INTRODUCCIÓN -- SONETOS -- I. Procura desmentir los elogios que a un retrato de la poetisa inscribió la verdad, que llama pasión -- II. Quéjase de la suerte: insinúa su aversión a los vicios y justifica su divertimiento a las Musas -- III. Muestra sentir que la baldonen por los aplausos de su habilidad -- IV. Cadena por crueldad disimulada el alivio que la esperanza da -- V. En que da moral censura a una rosa, y en ella a sus semejantes -- VI. Muestra se debe escoger antes morir que exponerse a los ultrajes de la vejez -- VII. Contiene una fantasía contenta con amar decente -- VIII. En que satisfaga un recelo con la retórica del llanto -- IX. Efectos muy penosos de amor, y que no por grandes igualan con las prendas de quien le causa -- X. No quiero pasar por olvido lo descuidado -- XI. Prosigue el mismo pesar y dice que aún no se debe aborrecer tan indigno sujeto, por no tenerle aún así cerca del corazón -- XII. De amor, puesto antes en sujeto indigno, es enmienda blasonar del arrepentimiento -- XIII. Un celoso refiere el común pesar, que todos padecen, y advierte a la causa el fin que puede tener la lucha de afectos encontrados -- XIV. Que consuela un celoso epilogando la serie de los amores -- XV. De una reflexión cuerda con que mitiga el dolor de una pasión -- XVI. Solo con aguda ingeniosidad esfuerza el dictamen de que sea la ausencia mayor mal que los celos -- XVII. Resuelve la cuestión de cuál sea pesar más molesto en encontradas correspondencias: amar o aborrecer -- XVIII. Prosigue el mismo asunto y determina que prevalezca la razón contra el gusto -- XIX. Continúa el asunto y aun le expresa con más viva elegancia -- XX. Enseña cómo un solo empleo en amar es razón y conveniencia -- XXI. Alaba con especial acierto el de un músico primoroso.
|